Control del fraude interno: cultura ética, mapas de riesgo y tecnología aplicada al cumplimiento penal

 


Control del fraude interno: cultura ética, mapas de riesgo y tecnología aplicada al cumplimiento penal

💥El control del fraude interno es parte esencial del sistema de cumplimiento normativo en las empresas. Su objetivo no es solo detectar irregularidades, sino disuadir la oportunidad del fraude, proteger la responsabilidad penal corporativa y fortalecer la cultura ética. Este control se articula en cinco grandes actividades:

1. Creación de un entorno de control ético

Códigos éticos y políticas antifraude: deben definir incompatibilidades, pautas de conducta y límites operativos.

Difusión y legitimación: el Consejo de Administración y la alta dirección deben impulsar su cumplimiento.

Sistema sancionador: creíble, proporcional y documentado.

Cultura de tolerancia cero: basada en la ejemplaridad, la transparencia y la participación activa del personal.

Este entorno ético debe integrarse en el modelo de prevención penal conforme al artículo 31 bis del Código Penal español.

2. Evaluación del riesgo de fraude interno

Mapa general de riesgos de fraude: elaborado por la estructura antifraude, bajo supervisión de compliance.

Mapas departamentales: construidos con participación directa de los empleados mediante entrevistas, formularios o sesiones de trabajo.

Repositorio centralizado: con información sobre fraudes detectados, incumplimientos y riesgos penales.

La evaluación debe ser continua, colaborativa y orientada a la mejora de los controles operativos.

3. Diseño e implementación de controles antifraude

Políticas específicas por riesgo: cada riesgo debe tener medidas preventivas y de detección.

Controles automatizados: integrados en plataformas operativas o sistemas de alertas.

Supervisión por Auditoría Interna: que evalúa la efectividad de los controles y propone mejoras.

Los controles deben abordar tanto los riesgos operativos como los subjetivos (actitudes éticas, presiones, incentivos).

4. Tecnología aplicada y cooperación sectorial

Plataformas de scoring y alertas: que detectan desviaciones en tiempo real.

Cloud computing compartido: para soluciones sectoriales con garantías de seguridad.

Integración con SIEM, SOAR y sistemas de trazabilidad: para correlación de eventos y preservación de evidencias.

La cooperación entre empresas y universidades permite diseñar soluciones adaptadas a la operativa real.

5. Supervisión, retroalimentación y mejora continua

Feedback operativo: entre compliance, auditoría, recursos humanos y prevención del fraude.

Integración temporal de personal: en estructuras antifraude para enriquecer el análisis.

Documentación de mapas de riesgo y soluciones: como parte del sistema de cumplimiento penal.

El control del fraude interno exige una visión transversal, tecnológica y ética, liderada por una estructura especializada con autoridad y responsabilidad.


📌 Esta entrada actualiza el análisis publicado en octubre de 2017 sobre las actividades necesarias para el control del fraude interno. Para quienes deseen contrastar ambos enfoques, pueden consultar la publicación original aquí.



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